jueves, 31 de mayo de 2007

Deslizarse en invierno



¿Y qué más da si se acaba la canción y estamos solos bailando? ¿Qué más da si contestaste con un par de palabras y sólo te regalaron silencio? ¿A quién le importa ya que hasta el cielo se enfade y acabemos empapados en la orilla, jugando con las olas? ¿Qué más da… ya? ¿Qué dimos un paso de más en nuestras direcciones? ¿Qué no concedimos la importancia necesaria a lo que dijimos? Tal vez… pero ahora, ya, ¿qué más da?

Se ensortija el pelo con la humedad y todas las camisetas están rotas. Por la mañana siempre te vas a chocar con la misma esquina, maldecirás al primero de los dioses que se te aparezca por la cabeza. Y sonríes. Volverás la cabeza, te hundirás entre las sábanas, desconfiado. Deslizarse por el agua, cabalgando entre espuma, la mar es gruesa hoy, pero apenas está fría. Apenas… y te dejas llevar, como de costumbre, hasta que anochece y las dunas ya se desdibujan y regresas a casa y te reciben decenas de ladridos. Tu frente se arruga, que la piel morena, quemada por el sol, no brilla tanto en invierno. Que ya sólo quedan un par de monedas en los bolsillos y demasiados sueños en los que invertir. Que el sol ya se pone, que hace frío de nuevo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola presiosaaaaa! ya he vuelto a mi Bartzelonako queridooo! he aprendido una palabra muy importante en vasco, además de agur por supuesto, sé cómo se dice tu nombre: Moñuák
jejeje
Besitos flor, disfruta el camino